miércoles, 26 de noviembre de 2008

LA CORRUPCION EN LA JUSTICIA

Por José Ramón Campoamor

Como muchas tardes, ayer estuve escuchando un programa de radio, en una emisora de alcance nacional en el que trataban el asunto de corrupción en relación con el presunto soborno al juez Ferrín Calamita. Me llamó la atención que los contertulios se sorprendían de que nuestro sistema judicial, y en concreto las fiscalías albergasen semejante grado de corrupción.

Para los que hemos tenido la desgracia de conocer los entresijos de la justicia, nos sorprende la sorpresa de los contertulios, porque pone de manifiesto que en este país ocurren cosas muy graves, que no son del dominio público.

El caso del juez Ferrín Calamita no es sino uno más de los muchos casos que entran en la maquinaria judicial que ha institucionalizado la corrupción como método paralelo y a veces sustitutivo del procedimiento habitual.

Mi conocimiento de esta oscura realidad procede de la experiencia que he vivido al haber padecido una falsa denuncia por malos tratos como medida para obtener beneficio en un proceso de divorcio.

Para que puedan hacerse una idea de la magnitud del problema, segun noticias de ayer mismo, se producen 400.000 denuncias, es decir se acusa a 400.000 hombres de PRESUNTOS delitos de maltrato a la mujer. Independientemente del numero de denuncias que finalmente resultan ser falsas, el procedimiento viene a ser el siguiente:

1.- Se produce una detención inmediata o la citación a comparecer en el juzgado. En muchos casos las comparecencias se producen sin abogado. En los casos de detención, a la noche en el calabozo sigue una comparecencia ante el juez con un abogado de oficio. Paradójicamente este abogado te suele aconsejar que firmes una declaración de culpabilidad porque te va a traer menos problemas (depues de pasar una noche en el calabozo) y que total no vas a ir a la carcel, porque la pena no va a ser superior a 22 meses. Muchos hombres derrotados por una noche en el calabozo, firman, solo por quitarse de encima ese problema.

2.- Salvo muy raras excepciones, la comparcencia se salda con un interrogatorio y muchas veces con la inadmisión de pruebas, que pueden resultar imprescindibles para esclarecer y archivar definitivamente el caso. En unas horas, el juez diispone una oriden de alejamiento con respecto a la presunta victima, que en los casos de padres separados sirve para tratar de distanciar a los hijos de sus padres (ya que los hijos viven con la madre). Ante la pregunta ¿Que puedo hacer para ver a mis hijos sin incumplir la orden judicial? la contestación suele ser, esto es problema suyo, pero ni se le ocurra quebrantar la orden de alejamiento.


¡Cuantos casos se han dado de detenciones de padres acusados de quebrantamiento de la orden de alejamiento por llamar por telefono a su hijo el día de su cumpleaños!

Además hay que significar el celoso cumplimiento de las instrucciones y doctrina procedente del Ministerio de Igualdad a través de las campañas que pagamos todos, y puedes notar en tus propias carnes lo que significa eso de TOLERANCIA CERO. Y todo esto mucho antes de ser juzgado.

3.- Hasta la fecha del juicio, la vida se convierte en un pequeño infierno. ¿Que haces si te encuentras con tu denunciante por la calle?, o en el supermercado, o en el colegio de los niños, ¿Que haces si no para de llamarte, a pesar de existir una orden de incomunicación por teléfono?. Además notas como tus propios vecinos, esos con los que has convivido y con los que has compartido vida social durante mucho tiempo, empiezan a verte como al protagonista del anuncio. Muchas veces, solo falta la voz en off que diga "Cuando pegas a una mujer dejas de ser un hombre".

4.- El dia del juicio comienza con una nueva negociación o chantaje por parte del ministerio fiscal. "Te vamos a acusar de agresión y vamos a pedir X años de carcel, pero si te declaras culpable de amenazas te pediremos la minima condena y no tendrás que entrar en prisión". Todo por engrosar las estadisticas con un nuevo maltratador que justifique más presupuesto para juzgados especiales, fiscalía, Ministerio de igualdad y protección a la mujer.

Puedo decir que soy de los pocos afortunados que no hizo caso de la presión y decidió jugarsela. Al final fui absuelto, pero mi caso es una rara excepción que todavía meses despues me cuesta creer.

Las consecuencias de este proceso son hombres destruidos como persona, depresiones, y en el peor de los casos, suicidios. Pero estas victimas no interesan a nadie. ¿alguien ha tenido la curiosidad de compara las cifras de suicidio de hombres en este pais, eso si que es una lacra social, que produce varios miles de victimas al año. Estas vicrimas no necesitan protección, se mueren solas y en silencio, no molesta. Todo sea por conseguir un maltratador más que engorde la estadistica.

Cuando escuchas las cifras del Ministerio de Igualdad, o del Instituto de la Mujer o del Observatorio para la violencia de Genero, además de la urgencia por resolver el problema del maltrato a la mujer, siempre ta asalta el mismo pensamiento ¿Cuantas vidas de hombres y mujeres ha costado conseguir este porcentaje?.

Una vez más agradezco su sensibilidad y la de su cadena en este asunto y espero que con su colaboración podamos terminar con la corrupción que además de las victimas mortales que produce en ambos sexos, deja a los hijos huerfanos de padre.

Jose Ramon Campoamor Urendes
DNI 85080956 - T

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